Te cuento.
Si te digo que estudié psicología por vocación, es una verdad como un templo.
Siempre me ha fascinado la mente humana y cómo el ser humano es capaz de enredar y desenredar sus pensamientos.
Pero si te explico que estudié la carrera para conocerme mejor a mí misma y poner orden en mi caos mental, es aún más cierto.
Y lo mismo con cada curso que he estudiado.
Han pasado más de 25 años desde que empecé la universidad y nunca he dejado de estudiar desde entonces, así que te puedes hacer una idea de que:
- Al menos me lo paso bien aprendiendo.
- Yo también tenía (y todavía tengo) muchos pensamientos que simplificar y reestructurar.
- Puedo ayudar a mis pacientes de la forma en que lo hago especialmente gracias al punto 2. La teoría no sirve de nada si no la aplicamos.
Para no aburrirte demasiado, te dejo un mini resumen de mi currículum por si le quieres echar un vistazo. Y si no te interesa te lo saltas, que debajo está el «Algunas cosas sobre mí» y posiblemente te permita hacerte una mejor idea de quién soy.